Somos expertos, podemos ayudar
18+ años de experiencia, 25+ clientes al rededor del mundo, 500+ profesionales formados de 16 países.
Las necesidades de integración se pueden clasificar en dos grandes áreas: servicios y datos.
La integración de servicios permite que dos o más sistemas independientes puedan comunicarse en tiempo real, intercambiando información que es esencial para un proceso de negocio, como puede ser el proceso de consulta médica, o el de prescripción y dispensación de medicamentos.
La integración de datos se puede a su vez clasificar según el objetivo: centralización, sincronización o ETL (extracción, transformación y carga) para análisis.
La centralización ocurre cuando en una institución se tienen diversas bases de datos que se desean consolidar bajo una única instancia central. La principal razón para este tipo de integración es la dificultad en gestionar tantas bases dispersas, los problemas de incompletitud que generan la fragmentación de información, y las inconsistencias entre datos que están duplicados o triplicados en distintas bases pero con pequeñas diferencias.
La sincronización ocurre cuando se tienen múltiples bases de datos, pero en lugar de ir por un proyecto de centralización, se intentan mantener consistentes a través de procesos periódicos de sincronización, donde se verifican inconsistencias entre los datos, y se actualizan datos a su última versión en todas las bases de datos.
Por último el ETL para análisis ocurre cuando se desean obtener subconjuntos de datos desde diversas fuentes, incluyendo bases de datos pero también otras fuentes como archivos excel, archivos CSV, documentos XML o JSON, etc. El objetivo es consolidar esos subconjuntos en un modelo orientado al análisis. Para esto es necesario verificar la calidad de los datos (completitud, unicidad, consistencia), y mapear los datos a un modelo común, que luego será cargado en el repositorio destino, por ejemplo un datawarehouse.
Seguimos una metodología estricta para lograr mejores resultados